Descubrimos los mejores consejos para ahorrar en casa desde el minuto uno en que empieces a aplicarlos. Ahorraremos en luz y energía y aprenderemos a utilizar nuestros electrodomésticos de manera más eficiente. ¡Apunta!
Ahorro en luz y energía
El primer lugar, tendremos que calcular la potencia que vamos a contratar, resultado de sumar las potencias de los diferentes aparatos que funcionan al mismo tiempo habitualmente, incluyendo un margen que garantizará la cobertura en circunstancias extraordinarias de consumo energético.
A continuación, podremos informarnos sobre las diferentes tarifas que ofrecen las compañías de luz, gas y energía, escogiendo aquella que mejor cubra nuestras necesidades.
Investigaríamos
tarifas con discriminación horaria y los requisitos para la tarifa de bono social. Esta última abarata el gasto a colectivos desfavorecidos como pensionistas, familias numerosas y desempleados.
Como siempre os decimos en
Thermosell,
la energía más barata es la que no se gasta, así que los consejos que contemplamos a continuación van orientados a este objetivo: No gastar.
Mejoraremos el aislamiento de la vivienda, tanto de las paredes como del techo y sustituiremos las ventanas por unas de vidrio doble con marco de PVC. Comprobaremos que las cajas de las persianas están bien selladas e incluiremos rendijas y burletes en las puertas para evitar la entrada de aire por la parte inferior de las mismas.
Apostaremos por bombillas de bajo consumo que, aunque suponen una inversión mayor en un primer momento, resultan muy rentables a medio/largo plazo.
Existe una energía absolutamente gratuita, ¿cuál?, la que proviene del sol. Así, abriremos las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la noche en verano, bajando las persianas en las horas más calurosas del día. También podremos instalar toldos o cualquier invento que ensombrezca el área de las ventanas. En invierno, tan solo ventilaremos las diferentes estancias unos 10 o 15 minutos, será más que suficiente.
Electrodomésticos
En cuanto a los electrodomésticos de casa, os recomendaríamos invertir en los de ‘clase A’ o superior (sobre todo en el frigorífico). Cada aparato eléctrico incluye un etiquetado energético que informa sobre el consumo en una escala de eficiencia que va de la ‘A’ a la ‘G’, siendo la ‘A’ el indicativo de máxima eficiencia.
Por lo demás, evitaremos dejar en Stand by los dispositivos e intentaremos apagarlos siempre. Además, utilizaremos los electrodomésticos de noche, que es cuando la demanda energética es menor.
Ahora bien, cada dispositivo tiene sus particularidades y vamos a revisarlas una por una:
A la hora de cocinar…
Conviene usar el microondas o la olla a presión en lugar del horno y apagar la vitrocerámica antes de terminar de cocinar los alimentos para aprovechar el calor que desprende hasta su total extinción.
Lavadora
Si utilizamos la lavadora totalmente llena y el programa de ‘lavado en frío’ siempre y cuando sea posible, conseguiremos ahorrar de manera significativa. Además, utilizaremos la dosis de detergente marcada por el fabricante y limpiaremos periódicamente los filtros. Reservaremos el prelavado para casos excepcionales en los que la ropa esté demasiado sucia.
Lavavajillas
Elegiremos el programa más económico y no aclararemos los platos antes de introducirlos en él. Los detergentes ecológicos también son una fantástica opción de ahorro y consumo responsable.
Frigorífico
Debemos mantener una ligera separación entre el refrigerador y la pared, y ubicarlo en un lugar alejado del horno y la zona de fuegos. Por otro lado, intentaremos que los alimentos se enfríen antes de introducirlos en la nevera y mantendremos abierta la puerta el mínimo tiempo posible.
Ordenador
El tamaño del monitor determina el consumo de los ordenadores, tanto los sistemas de ahorro de energía como los salvapantallas ayudan a en gran medida a mantenerlo a raya.
Calefacción, aire acondicionado y agua
Compraremos equipos de calefacción y aire acondicionado de calidad y eficientes. Si en su lugar tenemos radiadores eléctricos, entonces los sustituiremos por bombas de calor de clase ‘A’.
Los termostatos programables por zonas, o las llaves termostáticas en los radiadores, ayudarán a calentar únicamente las estancias que deseemos, programar las horas en que queramos que lo hagan y regular la temperatura, que por supuesto nunca debe ser excesivamente elevada.
En cuanto a las calderas, recomendamos siempre las de condensación y, en el caso de tener calefacción y/o agua caliente central, instalar contadores individuales.
Una vez encendamos la calefacción o el aire acondicionado (este último localizado en una zona de sombra), cerraremos perfectamente puertas y ventanas.
Como últimas medidas, mantendremos los filtros limpios, revisaremos el estado de la caldera periódicamente y evitaremos tapar las fuentes de calor y frío.
Para cualquier otra cuestión relacionada con el hogar, consultad a
Thermosell: la empresa especializada en ahorro energético y bienestar.